Era muy raro escucharlo a el decir que parecía mayor, que no se imaginaba que pudiera escribir eso, quizás cuanto pensó que había vivido y lo más probable es que tubiera razón, enredada siempre en el lío más dificil y doloroso, ya me había acostumbrado a sentir tanto que cada día se me hace más dificil estar ausente, todo pasaba tan rápido, todo se intercambiaba de emociones destructoras, de unas pocas más alegres que dejaban un gustito dulce, pero que se iba tan pronto pasaba el día, sin embargo las que siempre quedaban eran esas que ahorcaban sin piedad la dignidad y el llanto, las que queria sentir ahora, siempre es más fácil vivir en el miedo, que en la felicidad que todos piden compartir, en las sensaciones lúgubres, tal vez sola, pero tranquila... Que rídiculo, pero acostumbrada a la comodidad simplemente terminamos todos llorando por rutina, lamentandonos como metodo de defensa y escribiendo para sentirme aún más muerta.